Te atas sola
los nudos al cuello;
estás guapísima colgando de un poema.
De los amores se aprende,
y por eso te escribes libros,
y no te ves en más versos que los tuyos,
y cuando este poema para nadie
te mira,
te das cuenta lo pequeña
que se nos quedaría
la cama.
(Miguel Gane)